Los vehículos híbridos y eléctricos, con sus alertas automáticas de colisión, cinturones con sensores y frenos de emergencia, han llevado la seguridad vial al siguiente nivel.
Los avances tecnológicos impulsan la masificación de los Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor y van atrayendo cada vez a más seguidores. Estos softwares cuentan con un ayudante de mantenimiento de carril, que disminuye los siniestros por fatiga o despiste; alerta de punto ciego, que reduce incidentes al cambiar de vía y control de crucero adaptativo, que previene colisiones y mitiga el estrés del piloto.
La seguridad no termina en la informática. Estos coches incorporan estructuras con deformación programada que absorben el impacto y protegen a los ocupantes. Los nuevos airbags avanzados disminuyen las lesiones graves en colisiones frontales, y los cinturones con pretensores y limitadores de carga achican el riesgo de heridas internas.
Además, su frenado automático de emergencia ha demostrado reducir un 38% los choques por alcance y el código de detección de peatones y ciclistas baja un 35% los atropellos en centros urbanos.
Gustavo Trías, presidente de la Asociación Argentina de Seguros (AACS), destacó en la reciente Insurance Week que, en la última década, estos autos han ganado terreno por incorporar softwares que transforman la forma de desplazarse.
Menos riesgo, menos impuestos.
El directivo de la AACS indicó que en los últimos 3 años se incorporaron al parque vehicular 31.000 coches híbridos y eléctricos. Este año se estableció un cupo de 50.000 unidades para las automotrices, las cuales contarán con ventajas fiscales para fomentar la producción y venta de este tipo de transporte.
Incluso algunas provincias ya ofrecen beneficios impositivos a los propietarios, lo que impulsa aún más la adopción de esta tecnología. Al estar equipados con softwares avanzados, estos autos ayudan a reducir los accidentes de tránsito y sus consecuencias.
Renovar el parque automotor con unidades más modernas disminuye la siniestralidad, lo que a su vez decrece el costo económico y social de las colisiones. Por ello, se considera una inversión estratégica a mediano y largo plazo.
Con incentivos gubernamentales y avances informáticos y cada vez más presente, los autos híbridos y eléctricos se consolidan como una de las grandes apuestas al futuro. Sobre esto, Trías indicó: «Los cambios no son una amenaza, sino la invitación más clara a reinventarnos. Y en esta nueva movilidad, el seguro tiene un rol más protagónico que nunca.»