Corina Suter no puede darse el lujo de correr ningún riesgo mientras planea su boda en la cima de una montaña, en su Suiza natal, el año próximo. Si llega a producirse un desastre, interviene su seguro.
Suter, que tiene 29 años y es especialista en recursos humanos, pagó US$78 por una póliza que cubre sus esponsales en caso de cancelación. Esto incluye que la novia, el novio y sus padres no se presenten por razones de enfermedad, mal tiempo y corte de electricidad, y hasta el riesgo de que el servicio de comida sea clausurado por inspectores de salud.
“Es por mi propia tranquilidad”,
dijo Suter, que planea casarse con Marco Kryenbuehl.
“Sería una desgracia por partida doble que algo sucediera y también perdiéramos el dinero”
Para Suter y otras novias que siguen las huellas de Audrey Hepburn, que se casó con el actor Mel Ferrer en Suiza en 1954, una mezcla de austeridad y de costos de casamiento más elevados ha incrementado el atractivo del seguro.
“En tiempos económicos difíciles, la gente corre menos riesgos financieros”.”Muchos sencillamente no pueden pagar la factura de una boda cancelada. Esto afectará positivamente la venta de seguros para bodas”,
estiman las aseguradoras.
Si bien las pólizas pueden parecer poco románticas, los casamientos de las celebridades y películas como “Planes de boda” (“The Wedding Planner” es el título original en inglés), protagonizada por Jennifer Lopez, han aumentado la presión financiera sobre la parejas comunes.
“Gastan mucho más en su boda que hace 10 ó 15 años porque ahora son más exigentes y la oferta es más versátil, y también debido a la influencia de los medios, las películas de Hollywood o las bodas de la realeza, que la gente quiere copiar”,
señaló un afamado bróker de seguros de Suiza. Y agregó:
“Basta con que haya una erupción volcánica en Islandia para que una boda se posponga y la novia y el novio deban afrontar costos adicionales”.
Si no surgen inconvenientes y el proyecto de casamiento sigue su curso solo quedará agregar: y vivieron felices y comieron perdices…