“El mercado asegurador debe revisar su política de reservas, la capitalización del mismo, y sobre todo la solvencia para que se pueda competir sobre reglas sanas y no bajo la consigna de generar sólo caja para el corto plazo, señaló Gonzalo Santos Mendiola, durante la entrevista concedida a Informe Operadores de Mercado.
¿Cuáles son los efectos negativos de la elevada inflación sobre las coberturas de Patrimoniales, particularmente en Automotores?
Santos Mendiola: – La inflación impacta en automóviles en forma inmediata sobre los resultados. Esta produce un aumento inmediato en los costos de siniestros, cuando en las primas el catch up del desarrollo inflacionario lleva más tiempo. Cuando analizamos el impacto de los siniestros -aquellos que se cierran en el corto plazo como son los de daños parciales, robos, responsabilidad civil- se advierte que son afectados por dos variables que muchas veces están por sobre la inflación: el costo de los repuestos y la mano de obra. Si bien la mano de obra puede estar más relacionada al desarrollo de los salarios del sector, los repuestos tienen una lógica más compleja. Buena parte de los mismos está atada al desarrollo del dólar (gran parte de los componentes de los vehículos son importados) como a su disponibilidad en el mercado. En períodos de dificultades del país para hacerse de dólares y las mayores restricciones para importar genera que los pocos disponibles en el mercado aumenten de inevitablemente de precio.
Hay cada vez mayor competencia por precio en un mercado que se reduce. ¿Cuál es la salida? ¿Cuál es la alternativa?
– La mayor competencia está basada en diferentes problemáticas, sobre todo cuando la economía del país no crece. Tal vez, una de las más relevantes tenga que ver con el impacto que genera la inflación y la necesidad de no decrecer en volumen para poder hacer frente al desarrollo inmediato de los siniestros sumados a la evolución de los pasivos judiciales.
Desde la AACS entendemos que la competencia es positiva para el desarrollo de cualquier mercado, ya que es la que históricamente ha producido mejoras importantes en los servicios, los productos, todos de cara a beneficiar a los clientes. Ahora, la competencia es positiva cuando la misma se hace basado en reglas sustentables; sobre todo en un negocio de cola larga como representa el 70% de las primas comercializadas en nuestro país.
Este es un mercado que precisa tener un mercado de capitales donde se permita mantener el valor del dinero en el tiempo. Las aseguradoras de Automóviles de Accidentes de Trabajo principalmente, necesitan conservar parte de las primas de que abonan los Asegurados para hacer frente a los siniestros futuros. En este momento, dada la volatilidad generalmente negativa que tiene, y los rendimientos por debajo de la inflación, produce un daño enorme a la solvencia y rentabilidad de la industria. Esto hace que muchas compañías necesiten crecer muy agresivamente para mantenerse en el tiempo y pagar con las primas que recaudan desarrollos de siniestros anteriores.
Desde este punto de vista, entendemos que el mercado asegurador debe revisar su política de reservas, la capitalización del mismo, y sobre todo la solvencia para que se pueda competir sobre reglas sanas y no bajo la consigna de generar sólo caja para el corto plazo.
Precisamos como industria mejorar rápidamente los Gastos de Administración y Distribución de nuestros productos para que los clientes reciban un porcentaje más importante de las primas que aportan.
¿Cuáles son los temas que dominan la agenda de trabajo de la AACS?
– Desde la AACS estamos trabajando en distintas temáticas. Desde el año pasado nos planteamos un plan estratégico basado en distintos pilares. La representación del sector generando contenido y comunicaciones de interés para nuestros stakeholders, la generación de información y análisis de valor para nuestras compañías asociadas, y el desarrollo de algunos proyectos específicos que colaboren al desarrollo de nuestra actividad. En este sentido trabajamos el último tiempo en recorrer, entender y analizar los mejores caminos a la hora de compartir información para combatir el fraude, de encontrar herramientas colaborativas para mejorar distintas problemáticas, las necesidades legales y reglamentarias para continuar avanzando en el proceso de digitalización del sector.
Asimismo, hemos lanzado una campaña con el apoyo de todas nuestras asociadas en la difusión, la cual tiene como principal objetivo llegar a la sociedad en general con un mensaje ligado a que el “Evitar accidentes está en nuestras manos”; en esta detallamos con mensajes claros y precisos cuatro acciones que cada uno de nosotros puede realizar en nuestra conducta vial para mejorar la seguridad de todos los habitantes de nuestro país.
La transformación digital es otro tema de agenda…
– Ciertamente. Una industria donde le vuelve a la mutualidad asegurada menos de la mitad de lo que aporta al sistema, en prestaciones, hace que no sea sostenible. Precisamos como industria mejorar rápidamente los Gastos de Administración y Distribución de nuestros productos para que los clientes reciban un porcentaje más importante de las primas que aportan. Al menos la siniestralidad del sistema debería ser del 70%. Hoy está muy por debajo de esa cifra. De esta forma podríamos agrandar el mercado y más clientes podrían acceder al mercado de seguros.
¿Cuál es la carga tributaria que pesa sobre el seguro?
– Desde el punto de vista del aporte impositivo o de contribuciones, aproximadamente un 20% del costo de las pólizas que abonan los asegurados corresponden a esta carga. Estos impuestos y contribuciones son calculados sobre las primas del sector, las cuales sostienen la actividad para solventar los siniestros y los gastos de gestión y venta de las compañías de seguros. Por lo cual, todo lo que se eroga por encima de las primas son impuestos o tributos que van al precio del seguro. Estos impuestos y contribuciones al cierre del ejercicio Julio 20/Junio 21 entendemos que estará en el orden de los $ 130.000 millones.
Por otro lado, tenemos todos los impuestos que deben tributar las compañías aseguradoras; los cuales de una u otra forma son pagados por los Asegurados. Esta carga tributaria de las Aseguradoras este año estará en el orden de $ 100.000 millones.
Por lo cual, al término del ejercicio estaremos en una contribución del sector de aproximadamente $ 230.000 millones.
¿Cuáles son los impuestos nacionales, provinciales y municipales que tienen que pagar las aseguradoras?
– Los impuestos más relevantes que están cargo de las aseguradoras son los siguientes: Ingresos Brutos, Sellados, Débitos y Créditos Bancarios, I.V.A., Ganancias, Impuestos y Tasas Municipales, Fondo Bomberil L. 25848, y el del sistema general del Manejo del fuego instrumentado durante el presente año.
Además de lo que pagan las aseguradoras, ¿Cuáles son los impuestos que tiene que pagar el asegurado?
– Los impuestos y contribuciones que están a cargo en forma directa por los Asegurados son: IVA, Impuestos internos, Sellados, Cargos de Obras sociales y Tasa de SSN
¿Ya se implementó la contribución para el Fondo del Manejo del Fuego? ¿Qué porcentaje alcanza este tributo? ¿Este tributo reemplaza a la ‘tasa bomberil’?
– Este tributo alcanza un 3 por mil calculado sobre las primas emitidas netas de anulaciones; excluidas las primas correspondientes a los Seguros de Vida, Retiro y Sepelio.
Esta nueva carga impositiva estimamos que va a recaudar durante el presente año aproximadamente $ 2.500 millones. Otra de las problemáticas generadas por este impuesto, es la forma de recaudarlo, ya que el mismo se hace sobre las primas emitidas y no sobre las efectivamente cobradas; por lo cual el mismo debe ser financiado con los recursos de las aseguradoras. Este nuevo tributo no reemplaza sino que se suma al existente y ya conocido como Tasa Bomberil.
¿Cómo evalúan las perspectivas del seguro en la Argentina para lo que resta del año?
– El país como el mundo están atravesando situaciones complejas devenidas de la pandemia, lamentablemente nuestro ingreso a esta situación se produjo en un momento muy negativo de la economía, con inflación muy elevada y con complicaciones para administrar la deuda. Este último semestre tiene un ingrediente que puede generar mayores complicaciones como ser las elecciones de medio término. La economía en general ha mostrado algunas señales de recuperación en virtud de las mayores aperturas que se han permitido, y esperemos que esto sea sostenible en el tiempo. Este punto podría ser positivo si se lograran recuperar las primas y se consolidara un crecimiento real, ya que todo este último año el crecimiento del mercado fue negativo (estuvo 23% por debajo del desarrollo inflacionario).
Lo que resta del año serán momentos de incertidumbre como los que venimos transitando. Esperamos que el avance de la vacunación permita comenzar a recuperar una cierta normalidad que nos permita proyectar a futuro, alineado con una política socioeconómica que apunte al crecimiento de nuestra economía.
Otro punto muy negativo continúa siendo la volatilidad del mercado financiero y su impacto en los activos financieros de las aseguradoras. Continuamos viendo un entorno muy volátil y negativo en este punto en la medida que no se logre un acuerdo con el FMI y el Club de Paris.
Fuente: Versión periodística de la entrevista realizada por Aníbal Cejas para Informe Operadores de Mercado (julio 2021)