Por Marcelo Vázquez Ávila
La frase de que somos el cuento que nos contamos se refiere a la idea de que la percepción que tenemos de nosotros mismos está influenciada por las historias que nos contamos, sobre quiénes somos y de nuestra vida en general.
En cierto sentido, podríamos decir que somos el producto de las historias que nos contamos y las que nos han contado, así como las que hemos experimentado a lo largo de nuestras vidas.
Estas historias pueden ser positivas o negativas, y pueden afectar nuestra autoestima, nuestra confianza y nuestras acciones. Por ejemplo, si nos hemos repetido la historia de que somos exitosos y capaces, es más probable que actuemos de manera que respalde esa teoría. Por otro lado, si nos contamos la historia de que somos incapaces o inadecuados, es más probable que actuemos de la manera que respalde esa historia. Aunque los resultados objetivos no lo demuestren necesariamente así.
La autoestima y la confianza son dos conceptos estrechamente relacionados. La autoestima se refiere a cómo nos valoramos a nosotros mismos, mientras que la confianza se refiere a la creencia en nuestras propias habilidades y capacidades.
Cuando tenemos una autoestima saludable, es decir, cuando nos valoramos positivamente, pero aceptando también nuestras limitaciones, es más probable que tengamos confianza en nuestras habilidades y capacidades. Por otro lado, si tenemos una baja autoestima, es posible que tengamos menos confianza en nosotros mismos y en nuestras competencias.
La confianza también puede estar afectada por nuestras experiencias pasadas. Si hemos tenido éxito en el pasado, es más probable que tengamos confianza en nuestras habilidades para enfrentar nuevos retos y desafíos. Por otro lado, si hemos experimentado fracasos o rechazos en el pasado, es posible que nuestra confianza se vea afectada negativamente.
Es importante trabajar en nuestra autoestima y confianza para poder enfrentar las oportunidades que nos ofrece la vida, de manera efectiva. Esto requiere trabajar en nuestra autoimagen, celebrar nuestros logros, aprender de los errores y enfrentar nuestros miedos. También puede ser útil rodearse de personas que nos apoyen y nos animen a crecer y desarrollarnos como individuos autónomos.
Sin embargo, es importante recordar que nuestras historias no son necesariamente la verdad absoluta sobre nosotros mismos y nuestras vidas. A menudo, nuestras historias pueden estar sesgadas o incompletas, y es importante cuestionarlas y examinarlas críticamente para entender mejor quiénes somos y cómo podemos crecer y desarrollarnos.
En resumen, nuestras historias pueden influir en nuestra percepción de nosotros mismos, pero
no determinan completamente quiénes somos.
Marcelo Vázquez Ávila es Profesor del Instituto de Empresa Business School. Consultor en Temas de Alta Dirección. Coach. Autor. Publicado en vazquezavila.blogspot.com (abril 13 de 2023)