Informe Mapfre
Una aceleración del negocio asegurador a lo largo de 2017-2018, tanto en los mercados desarrollados como en los emergentes, siendo este último bloque el que lidere la senda del crecimiento es la previsión que subraya el Servicio de Estudios de la Fundación Mapfre.
Esta proyección es consistente con la elasticidad positiva general del incremento de las primas globales ante el repunte de los tipos de interés y de la inflación, síntoma del proceso de re-flación global que se describe a lo largo del informe.
En un entorno económico marcado por los síntomas del estancamiento secular como son el bajo crecimiento y los bajos tipos de interés, los países desarrollados parecen haber iniciado el tránsito hacia una mayor laxitud fiscal que acompañará a la paulatina normalización de la política monetaria. Esto ocurre en un contexto de cuasi trampa de la liquidez que ha dejado sin capacidad de acción a la política monetaria pero que hace crecientemente atractiva una política fiscal de corte expansivo.
Los países desarrollados, especialmente los Estados Unidos, se han embarcado en la reactivación de la actividad, las expectativas de inflación y los tipos de interés a través de la ejecución de impulsos fiscales considerables, aunque inferiores a los ejecutados durante la crisis financiera. Este nuevo sesgo de la política económica resulta relevante no tanto por la intensidad de la acción sino porque está dándose de manera coordinada entre los países desarrollados.
Es previsible que los efectos de la política fiscal sean asimétricos, ya que ni todos los países pueden implementar sobre bases expansivas ni todos se verían beneficiados al hacerlo. Los incrementos en inflación, actividad económica y tipos de interés (mayores en los Estados Unidos que en la Unión Europea y Japón) podrán conducir a un debilitamiento financiero en los países emergentes, en especial aquello con elevado apalancamiento en moneda extranjera o con desequilibrios acumulados durante los últimos años.
Así, la aceleración de crecimiento económico en los Estados Unidos estará unida a un repunte en las sendas de tipos de interés y a un endurecimiento de la política monetaria, que podrá estar acompañado de un peor desempeño de los países emergentes. La suma total, sin embargo, será positiva y se espera una leve aceleración de la actividad, la inflación y un repunte de la prima temporal global.
Los beneficios de la política de re-flación serán sobre todo capitalizados por la economía de los Estados Unidos, aunque su efecto será modulado por las decisiones de política exterior, económica y social del nuevo presidente electo. Aunque el escenario base considerado en este informe es un escenario benigno, entraña cierto optimismo dado que es difícil anticipar el carácter de la nueva administración estadounidense. Las consignas al proteccionismo y a la reversión de la globalización en las cadenas de producción y de valor, pueden suponer un mayor efecto sobre la actividad económica de los que implicaría una política fiscal expansiva.
Al mismo tiempo, globalmente se afrontan una serie de desequilibrios y riesgos reconocibles pero cuya confluencia con escenarios menos benignos en Estados Unidos pueden dar lugar a un escenario global de riesgo severo. Algunos de estos riesgos tienen que ver con los problemas soberano-financieros de Europa, la debilidad estructural de los mercados emergentes, y especialmente el ya reconocido riesgo de recurrencia entre las debilidades del sector residencial y el financiero en China.
Este escenario global tiene fuertes sesgos negativos que pueden reducir las previsiones de crecimiento macroeconómico y de estabilidad financiera consideradas en este informe. A tal efecto, se dispone de un Escenario Base moderado, pero relativamente benigno, en el que globalmente se crece a una tasa nominal apenas por debajo del potencial, pero a su vez se advierte de un no menos probable Escenario de Riesgo emergente en la confluencia de las debilidades antes señaladas.
En el caso de la industria de seguros global, en el Escenario Base se prevé una aceleración del negocios asegurador a lo largo de 2017-2018, tanto en los mercados desarrollados como en los emergentes, siendo este último bloque el que lidere la senda del crecimiento. Esta previsión es consistente con la elasticidad positiva general del incremento de las primas globales ante el repunte de los tipos de interés y de la inflación, síntoma del proceso de re-flación global que se describe a lo largo del informe.
A pesar de que a nivel global las previsiones son de mayor aceleración del negocio asegurador, a nivel de negocio de No Vida el desempeño será superior en los mercados emergentes, en virtud de que la sensibilidad de estos mercados al crecimiento de la renta es superior, y porque en esos países la brecha de protección del seguro es aún amplia y las necesidades de convergencia resultan en crecimiento mayores.
Por último, es de destacar que la previsión de desempeño del negocio No Vida sea menos vigorosa (aunque positiva) que el desempeño total del sector. Esto sugiere que buena parte del impulso del crecimiento de las primas a nivel global estará implícitamente relacionado con el negocio del seguro de Vida, a partir del previsible repunte durante 2017-2018 en los tipos de interés de largo plazo a nivel global y, especialmente, entre los países desarrollados.