Modelos de negocio disruptivos

El avance tecnológico ha dado paso a nuevos modelos de negocio que están cambiando la economía, nuestras expectativas y nuestro comportamiento.

Este proceso responde a una dinámica clara, a una estructura que se ha dado a lo largo de todas las olas tecnológicas y que sigue un proceso que empieza con: (1) un avance científico, (2) que se materializa en una nueva tecnología, (3) que llega al mundo de los negocios, (4) y cambia la organización económica y/o social.

Hay una gran variedad de modelos de negocio disruptivos que están surgiendo, pero por su relevancia e impacto, profundizamos a continuación en cuatro bloques:

  • Los derivados de la transformación digital de las empresas.
  • La economía de plataformas.
  • El modelo descentralizado.
  • La economía pop-up y de mercados superfluidos.

 

Digitalización corporativa

La transformación digital de las empresas es uno de los grandes temas actuales. Dado la amplitud de aspecto que comprende no es objeto de este informe, pero sí en una parte: la oportunidad que proporciona para innovar y para introducir en las corporaciones nuevos modelos de negocio.

Aunque aún se están determinando cuáles serán los negocios afectados por esta digitalización, lo que está claro es que las empresas deben afrontar un cambio de estrategia, trasladar recursos a nuevas iniciativas digitales, rediseñar su organización y transformar su cultura si no se quieren quedar atrás. De esta forma, podrán aprovechar la oportunidad de creación de valor que la innovación disruptiva representa, en vez de verla como una amenaza.

Por citar un caso transformación digital corporativa podemos hablar de General Electric (GE), que está  aplicando tecnologías como la inteligencia artificial o el análisis big data para desarrollar máquinas capaces proyectar el futuro entendiendo su historia (mediante el análisis de datos de su pasado y presente). Máquinas ‘vivas’, conectadas, que crean gemelos digitales’: una versión digitalizada de cada motor único,  cada uno de ellos configurado para continuar enriqueciéndose mediante datos y, en base a ello, interactuar los unos con los otros.

 

Economía de plataformas

Dentro de esta tipología hablamos de modelos de negocio P2P, bajo demanda, de acceso, colaborativa, gig economy… Diferentes denominaciones que a menudo se meten en un mismo saco pero que albergan diferencias entre sí. Son nuevos modelos de negocio basados en plataformas o apps que operan bajo demanda y que normalmente digitalizan una actividad que ya se hacía de forma analógica, ya sea con ánimo de lucro o no. Eliminan de la ecuación a la empresa que usualmente ejercía de intermediaria, que es sustituida por la plataforma que facilita la conexión con quien presta el servicio o tiene el bien a adquirir.

Según la taxonomía de Adigital, así se define cada una de las modalidades de negocio dentro de la economía de plataformas:

  • Economía colaborativa (sharing economy): son aquellos modelos de producción, consumo o financiación que se basan en la intermediación entre la oferta y la demanda generada en relaciones entre particulares, empresas o de particulares a profesional, a través de plataformas digitales que no prestan un servicio subyacente. Este modelo genera un aprovechamiento eficiente y sostenible de los bienes y recursos ya existentes y permite utilizar, compartir, intercambiar o invertir recursos o bienes, existan o no contraprestación entre los usuarios.

Ejemplos de este tipo de modelo son AirBnb (alojamiento entre particulares) o BlaBlaCar (transporte privado compartido).

  • Economía bajo demanda: se distingue del modelo anterior porque entre los usuarios existe una relación comercial y se da a cambio de una contraprestación. Ejemplos como Deliveroo (comida a domicilio) o Etece (micro tareas como fontanería, limpieza, etc.).
  • Economía de acceso, donde se pone a disposición de los usuarios bienes para un uso temporal, fomentando así el acceso frente a la propiedad. La plataforma realiza el servicio de puesta en contacto. Forman parte de este modelo  el carsharing (flotas de uso compartido como Car2go) o espacios de coworking (espacios compartido de trabajo).

Por otra parte está la economía gig, transversal a las dos primeras (colaborativa y de demanda). Se basa en la oferta de trabajo temporal de personas que ejercen como contratistas independientes. Ejemplos de este modelo puede ser Uber (transporte privado con conductor, que en EEUU opera bajo modelo colaborativo y en Europa bajo demanda) o Deliveroo.

Estos nuevos modelos permiten aprovechar recursos infrautilizados; ponen en el mercado nuevos productos y servicios; facilitan la mejor casación de oferta y demanda; aceleran la innovación; crean demanda y nueva actividad, y dinamizan el mercado. Y no solo eso, sino que amplían el concepto de lo que entendemos como valor y permite a las personas auto-organizarse, convirtiéndose en prosumidores o ‘ciudadanos productores’.

Además, la competencia, redunda, por lo general, en una reducción de precios o en una mejor calidad y variedad de los servicios, también de los prestados por los actores tradicionales.

 

Modelo descentralizado

Una de las principales innovaciones asociadas al modelo de plataformas es la interacción P2P (de persona a persona). Los consumidores ya no necesitan de una entidad intermediaria que centralice la provisión de bienes y servicios, sino que pueden hacerlo directamente entre ellos, a través de las plataformas.

Una de las principales innovaciones asociadas al modelo de plataformas es la interacción P2P (de persona a persona). Los consumidores ya no necesitan de una entidad intermediaria que centralice la provisión de bienes y servicios, sino que pueden hacerlo directamente entre ellos, a través de las plataformas.

Uno de los grandes nichos del modelo P2P es el crow dfunding, que facilita las aportaciones económicas entre pares. Hay de diversos tipos: de donación; de recompensa (la persona que aporta recibe una compensación que el beneficiario establece); equity crowdfunding (inversión) o crowdlending (préstamos).

Estos modelos son ya parte de la revolución fintech que amenaza al sector bancario. Desintermedian el proceso y lo descentralizan, sin necesidad de entidades financieras de por medio (aunque sí de una plataforma). En este ámbito es de cita obligada la blockchain. Como ya hemos señalado antes, esta tecnología fue inicialmente desarrollada para hacer posible la conocida moneda Bitcoin: una moneda digital que utiliza el cifrado criptográfico como sistema de seguridad y de lucha contra la falsificación. Es la primera de este tipo que puede operar sin necesidad de bancos o de una autoridad central, sin revelar datos sobre la identidad de quienes realizan las transacciones.

Pero la cadena de bloques -una base de datos compartida, descentralizada y segura (aunque no libre de amenazas)- tiene otros muchos usos posibles, que los propios bancos están explorando en consorcios internacionales o nacionales, sectoriales o multisectoriales.

Una de las aplicaciones de blockchain en las que están trabajando estos consorcios es la de la identidad digital, con una solución de identidad portátil universal para individuos y grupos en todo el mundo. Una vía para generalizarla puede ser la fijación de estándares técnicos en este ámbito, como en tantos otros. Sin ir más lejos el DNS (Domain Name System), sistema de nombres de dominio en internet y otras redes.

Un ejemplo en el que inspirarse puede ser Aadhaar: el sistema nacional de identificación biométrico de La India, que resulta ser más el grande del mundo. No tiene por qué ser el único estándar pero podría usarse para complementarlo con un sistema de ID global que permita acceder a sitios en todo el mundo sin tener que usar el sistema de usuario y contraseña ni proporcionar datos extra.

 

Economía  pop-up y mercados superfluidos

El desarrollo tecnológico ha hecho posible crear una start-up en un día, montar una tienda temporal y para llevar (pop-up), hacer pruebas y análisis en tiempo real…Todo en menos tiempo, más económico y extraordinariamente más fácil que hace una década. La tecnología está creando nuevos mercados superfluidos (muy ágiles, sin        resistencia ni fricción y costes de transacción cercanos a cero) y transformando las empresas y mercados tal y como los conocíamos.

La facilidad para obtener información y tomar decisiones, la interconexión y la automatización, la robótica y las nuevas modalidades de fabricación están modificando industrias y sectores completos.

Modificando productos y servicios a una velocidad cada vez más vertiginosa. El cambio ya ha comenzado y todos debemos adaptarnos a él. Andrea Potter, directiva del think tank de EY, propone para ello las siguientes recomendaciones:

  • Una evaluación continua de qué actividades deben permanecer dentro de los muros de la empresa y cuáles se han de externalizar.
  • Priorizar la innovación y la creatividad: “Los productos únicos y las experiencias a medida serán el diferenciador; lo único que importe”.
  • Un cambio en el tipo de gestión: liberar a los gerentes de las operaciones para que puedan centrarse en la estrategia y en cómo navegar la incertidumbre.
  • Convertirse en una comunidad dinámica de aprendizaje para atraer y mantener el mejor talento y construir asociaciones en red con las empresas que puedan nutrirla de la manera más conveniente.
Fuente: Extracto del Resumen Ejecutivo de Modelos de negocio disruptivos. Fundación Innovación Bankinter. Future Trends Forum (noviembre 2017)