La magia de humanizar los datos

Por Guillermo Ceballos Serra

En el mundo empresarial moderno, la gestión del talento es un arte que requiere tanto de precisión como de inspiración. Los indicadores cuantitativos juegan un papel crucial en la medición del desempeño, la eficiencia y el progreso hacia los objetivos estratégicos.

Sin embargo, confiar únicamente en los números puede llevarnos a una visión limitada y deshumanizada de nuestra fuerza laboral. Es aquí donde la motivación y el storytelling atractivo se vuelven esenciales. A lo largo de mi vida laboral he acuñado la frase «nadie dio la vida por el sistema métrico decimal y eso que es perfecto» y eso pura y simplemente se refiere a que la perfección numérica por sí sola no enciende pasiones ni mueve corazones.

La frialdad de los números

Las organizaciones hablan el lenguaje universal. Hablan con números sin necesidad de traductores ni de intérpretes y todos deben entenderlos o nunca serán parte de la mesa de las decisiones.

Los indicadores cuantitativos son indispensables para cualquier organización. Nos proporcionan datos claros y objetivos sobre el rendimiento de los empleados, la productividad, la satisfacción del cliente, y otros aspectos cruciales del negocio. Sin embargo, los números tienen una limitación inherente: carecen de emoción. Pueden decirnos cuánto, pero no pueden explicarnos muchos por qué. Pueden señalar problemas, pero no ofrecen soluciones humanas. En resumen, los números solos no pueden capturar la esencia del esfuerzo y la dedicación de las personas.

La necesidad de la motivación

Permítaseme compartir una vivencia personal a riesgo de ser catalogado de autorreferencial.

En mis primeros años gerenciales, llevaba casi un año trabajando en mi parte del proyecto más importante que tenía la compañía en ese momento. Los habituales golpes económicos de la economía de nuestro país lo estaban haciendo tambalear. Eran las 20.30 hs y no quedaba nadie en mi departamento, hasta que sorpresivamente ingresó a mi oficina el presidente de la compañía, hecho, por cierto, nada habitual. Después de charlar 5 minutos me dijo que me fuera a mi casa porque ya era suficiente para un día. Al volver muy temprano la mañana siguiente, encontré una nota en mi escritorio “Thank you for your hard work”.

Seguramente hizo algo parecido con todos los integrantes del equipo del proyecto. Pero al menos conmigo, el estímulo de una pequeña esquela funcionó. Sencillo ¿no? Una visita de 5 minutos y una frase de 6 palabras. Pero ¿cuántos líderes lo hacen?

La motivación es el motor que impulsa a los empleados a ir más allá de sus deberes rutinarios. Es lo que les hace levantarse cada mañana con ganas de dar lo mejor de sí mismos. Sin motivación, incluso los sistemas más avanzados y los planes más detallados están condenados al fracaso. Para cultivar un entorno motivador, es crucial que los líderes comprendan las aspiraciones y los deseos de sus equipos. Aquí es donde los números necesitan ser enriquecidos con un enfoque más humano.

El poder del storytelling

El storytelling es una herramienta poderosa para conectar con las emociones de las personas. Contar historias relevantes y significativas puede transformar datos fríos en narrativas inspiradoras. Por ejemplo, en lugar de simplemente presentar un informe de rendimiento trimestral lleno de estadísticas, un líder puede narrar cómo el esfuerzo conjunto de todo el equipo permitió superar un desafío crítico, destacando historias individuales de perseverancia y creatividad. Este enfoque no solo hace que los datos sean más accesibles, sino que también resuena a un nivel emocional más profundo.

Uniendo números y narrativas (cabeza y corazón)

Para gestionar el talento de manera efectiva, es esencial combinar indicadores cuantitativos con elementos cualitativos como la motivación y el storytelling.

Algunas estrategias para lograrlo:

  1. Integración de historias en los informes. Acompañar los datos cuantitativos con historias reales de empleados puede dar vida a los números. Relatar casos específicos de éxito y superación personal puede hacer que los logros colectivos se sientan más tangibles y cercanos.
  2. Reconocimiento y celebración. Reconocer públicamente los logros individuales y del equipo no solo motiva a quienes son reconocidos, sino que también inspira a otros. Utilizar eventos de la empresa para contar historias de éxito puede reforzar una cultura de reconocimiento y apreciación.
  3. Formación y desarrollo. Las oportunidades de formación deben ir más allá de las habilidades técnicas. Incluir módulos sobre storytelling y comunicación puede empoderar a los empleados para que compartan sus propias historias y experiencias, enriqueciendo así la cultura organizacional.
  4. Retroalimentación. Fomentar un ambiente donde la retroalimentación sea constructiva y las historias de éxito y aprendizaje se compartan regularmente puede mantener a los equipos alineados y motivados. Las reuniones periódicas donde se discutan tanto los números como las historias detrás de ellos pueden ser muy efectivas.

Conclusión

El sistema métrico decimal es un ejemplo de perfección técnica, pero su perfección no inspira sacrificios ni lealtades apasionadas. De manera similar, en la gestión del talento, los indicadores cuantitativos son cruciales, pero insuficientes por sí solos. La verdadera excelencia se alcanza cuando se combinan con una motivación genuina y storytelling de un propósito atractivo que humanice los datos y conecte emocionalmente con las personas. Al enriquecer los números con historias y emociones, los líderes pueden crear un entorno donde los empleados se sientan valorados, inspirados y comprometidos a dar lo mejor de sí mismos.

Al final del día, los números pueden medir el desempeño, pero solo las historias pueden capturar el espíritu humano que impulsa a una organización hacia adelante. Cada gráfico y cada porcentaje ocultan una narrativa de esfuerzo, dedicación y pasión. Al combinar indicadores cuantitativos con el poder del storytelling y la motivación, no solo creamos una imagen más completa del capital humano de nuestra organización, sino que también honramos a las personas detrás de los datos. Porque, aunque el sistema métrico decimal sea perfecto, es la imperfección humana, con sus historias y sueños, lo que realmente mueve el mundo.

Fuente: Guillermo Ceballos Serra es abogado, Magíster en Economía y Ciencias Políticas. Socio de ALIOTH Advisors. Ha liderado el área de RRHH en compañías internacionales con responsabilidades regionales. Profesor de grado y MBA en la UCA y ESEADE. Publicado en Revista EMPRESA (ACDE, Julio 1 de 2024)