El miedo toma el control. La historia de mi ansiedad

Por Marcelo Vázquez Ávila 

¡Bienvenidos al maravilloso mundo de la ansiedad! Imagínate que tu cerebro es como un gran teatro donde se representan obras dramáticas de emoción. En el escenario principal, la estrella del show es la amígdala, la encargada de decidir si el espectáculo es de terror o de comedia. Cuando la amígdala detecta algo que le huele a peligro, manda a llamar a toda la troupe del estrés y se activa el eje HPA, que, como un director de orquesta en plena temporada de pánico, eleva los niveles de cortisol, ¡esa hormona que hace que te suden las manos y el corazón palpite como si estuvieras en una maratón!

Ahora, Imagina que un día, durante una charla en público, te da un ataque de ansiedad porque te olvidaste de la última frase de tu conferencia. ¡Bum! La amígdala relaciona esa experiencia con el pánico y, voilà, ¡tienes un nuevo “miedo VIP” que se instala en tu lista de preocupaciones! 

La próxima vez que enfrentes una situación similar, tu cerebro lanza una alerta sonora como si hubiera un incendio, aunque en realidad solo estés hablando de la importancia de las frutas en la dieta.

El truco es que tu cerebro también tiene un lado amable: ¡la neuroplasticidad! Esto es una especie de superpoder que permite a nuestro cerebro reconfigurarse y adaptarse. 

Con un poco de ayuda de la terapia, la meditación o simplemente repitiendo: “Yo puedo hacerlo” como un mantra, puedes enseñarle a tu amígdala que no siempre hay monstruos bajo la cama.

Así que, aunque la ansiedad a veces se sienta como una sombra que no se va, recuerda que tu cerebro puede cambiar y que, como un buen actor, puedes aprender a tomarte la vida con más calma y un guiño de diversión. 

A la próxima inquietud, ¡saca tu mejor sonrisa y recuerda que la escena siempre puede cambiar!

Por Marcelo Vázquez Ávila es Profesor del Instituto de Empresa. Madrid. España. Publicado en vazquezavila.blogspot.com (18 abril de 2025)