Los productos enfocados en individuos vuelven a resultar atractivos para las aseguradoras, tras el cese de la pandemia del COVID.
Las compañías de seguros afrontan un panorama neutral, impulsadas por elementos positivos como el desempeño económico de la región, pero amarradas con una inflación acumulada que sigue presionando los costos de respuesta ante los siniestros.
En ese escenario, el sector implementa una serie de estrategias, entre ellas reenfocar los segmentos de personas y optimizar su gestión con el análisis de datos e implementaciones tecnológicas que faciliten la suscripción.
El segmento de personas ha recuperado el atractivo que había perdido con el Covid, pues la pandemia elevó la siniestralidad en estos ramos, plantea Eduardo Recinos Schonborn, director sénior y jefe del Grupo de Seguros para América Latina de Fitch Ratings.
“La tendencia generalizada del mercado de seguros que observamos en la región es hacia una suscripción mayor de líneas de seguros personales, orientándose en particular a la explotación de seguros de vida, salud y accidentes para individuos en nichos de mercado de baja competencia, y por lo tanto asociados a un comportamiento más noble en siniestralidad”, explica Recinos.
Deloitte pone el dedo sobre el renglón: “El modelo tradicional se ha vuelto obsoleto en la era digital y el consumidor actual demanda mejores servicios y productos”, apuntan Eduardo Esteva, líder de la Industria de Seguros y Líder de Servicios Actuariales de Assurance Deloitte Spanish Latin America; y Patxi Bernales, Socio de Assurance, Deloitte Spanish Latin America, en un informe para E&N.
“El sector asegurador en el 2023 se enfocó en mejorar las experiencias de los clientes en los portales digitales mientras se habilitan capacidades de autoservicio”, plantea Deloitte.
Líderes regionales en el ranking de seguros
Nuevamente el Instituto Nacional de Seguros (INS) de Costa Rica domina el panorama de seguros regional. La empresa estatal llegó a las US$1.323,2 millones en primas en 2023, un crecimiento del 21,2 % en las cifras dolarizadas, consolidándose en la primera posición del Ranking de Compañías de Seguros de Centroamérica E&N 2024.
Valga mencionar que este año las cifras en Costa Rica reciben la influencia de una considerable apreciación de su moneda local, el colón costarricense, con respecto al dólar. En las cifras en moneda local, el INS finalizó el año pasado con un crecimiento del 6 % en el primaje.
La institución cumple este año 100 años de fundada y se ha posicionado como la empresa financiera del Estado más grande del país, con US$2.200 millones de patrimonio. “Después de 15 años de apertura del mercado, el INS mantiene un 65 % de participación. En términos nominales, la empresa nunca ha dejado de crecer”, expresa el INS.
Siguiendo con los líderes regionales, en el segundo lugar del Ranking E&N se sitúa ASSA de Panamá –la mayor compañía de seguros privada en la región– con primas suscritas de US$443,3 millones, un aumento anual del 15%. El mayor representante de Guatemala aparece en el tercer lugar regional. Seguros El Roble, con primas de US$334,8 millones.
La cuarta y quinta posición regresan a Panamá: la Compañía Internacional de Seguros (US$297,1 millones) y MAPFRE Panamá ($274,3 millones).
La salvadoreña SISA ocupa la sexta posición (US$218,8 millones); seguros G&T, la séptima (US$193,6 millones); y Asesuisa, la octava (US$193,6 millones). Asesuisa protagonizó una de las operaciones más relevantes del mercado en 2023, pues pasó a manos de Grupo FICOHSA, de capital hondureño. El colombiano Grupo SURA le vendió sus acciones en la firma salvadoreña, por unos US$43 millones.
En el noveno puesto del ranking regional marcha ASSA en Costa Rica (US$160,8 millones), que superó por poco a Seguros Suramericana, con US$160,5 millones, en el décimo lugar.
El mercado por países
El ranking de compañías de Seguros E&N este año reúne las cifras de 91 participantes, de los cuales 21 reportaron más de US$100 millones en primas.
El efecto cambiario puso en la delantera al mercado asegurador costarricense. Con US$2.037,2 millones en primas, superando incluso al mercado panameño, que reportó US$1.864 millones este año. En 2022, ambas plazas aseguradoras estaban equiparadas.
Aunque Costa Rica subió en 20,9% anual en cifras dolarizadas, el ritmo medido en colones costarricenses se atenúa a un moderado 5,5 %; en tanto, Panamá incrementó su volumen de primas en 10,4 % para el período 2022-2023.
Las compañías de seguro en Guatemala acumularon US$1.483,6 millones en primaje, subiendo en 13,6 % con respecto a 2022; Honduras también subió a buen ritmo, del 12 %, para llegar a US$829,5 millones.
El Salvador fue el único país con caída de primas, por el orden del -2 % para las primas totales, dejando un tamaño del mercado de U$954 millones, tras una reforma en el sistema privado de pensiones que suprimió la contratación del seguro previsional obligatorio.
Con US$260,2 millones en primas, Nicaragua es el mercado asegurador más pequeño en la región, aunque avanzó a doble dígito, 10,2 %.
Panorama estable
El sector asegurador de América Latina viene de atravesar un 2023 de estabilidad, apoyado por un crecimiento económico del 2,6 % promedio para la región de América Latina y el Caribe, aunque desacelerando con respecto al 4,6% del 2022 beneficiado por el rebote tras la pandemia del Covid.
“El entorno de seguros se favoreció en 2023 de mejoras registradas en las calificaciones soberanas de algunos de los países, tales como Brasil, Costa Rica, Guatemala y El Salvador”, expresa Recinos, de Fitch Ratings.
La alta inflación ha influido en el crecimiento de los mercados de seguros entre 2022 y 2023, años en los que han sido necesarios ajustes de tarifas, sobre todo en rubros de automóviles y de salud, debido al incremento en el costo de medicinas y gastos médicos.
Los costos operativos subieron para las aseguradoras, impactadas por una inflación promedio del 2,6 % en 2023, tras atravesar un proceso inflacionario de 4,6 % en 2022.
Además, el sector afrontó incrementos en los costos de reaseguro y negociaciones más complicadas que en años anteriores con los reaseguradores internacionales. Tan solo en Estados Unidos los costos del reaseguro subieron en 30 %, apunta Deloitte.
A favor, el año 2023 fue un año sin desviaciones importantes en siniestros, por lo que la rentabilidad para las compañías de seguros se vería beneficiada tras ajustes tarifarios al alza, sobre todo en rubros de automóviles, incendios y gastos médicos, balancea Fitch.
“Para 2024 se estiman crecimientos menos acentuados, considerando a su vez los comportamientos económicos e inflacionarios más moderados”, perfila Recinos.
Una inflación más moderada para los próximos meses y la “disciplina de tarificación más estricta” lograrían compensar el efecto de la desaceleración económica.
Mejoría en siniestralidad
Deloitte coincide con una perspectiva neutral acerca del sector asegurador, esperando una alineación con el crecimiento económico e índices de siniestralidad menos acentuados.
“El panorama apunta a una moderada mejoría en los índices de siniestralidad sobre primas, tanto en Panamá como en la región de Centroamérica para 2024, aunque persisten disparidades entre países que enfrentan mayores desafíos por factores climáticos y económicos”, expresa la asesora.
En Centroamérica, las proyecciones apuntan a una siniestralidad promedio del 50 % al 52 % sobre primas en el ramo de seguros generales para 2024.
Los seguros de vida tendrán una siniestralidad más baja, entre 30 % y 32 % sobre primas, dice Deloitte, basándose en los datos de los organismos supervisores y de calificadoras de riesgo.
Los indicadores de siniestralidad más elevados estarían en Honduras y Nicaragua, pues se acercarían al 60 % en generales y 35 % en vida.
Por su parte, Costa Rica y Panamá liderarían con las tasas de siniestralidad más bajas en la región para 2024.
En Panamá, entran en vigor regulaciones como la implementación de las normas contables NIIF17, lo que trae consigo profundas revisiones de portafolios, así como de procesos técnicos, operativos y de gestión por parte de las aseguradoras.
“La rentabilidad continúa reforzada por estrategias de inversión históricamente conservadoras, principalmente en valores de renta fija”, valora Deloitte.
Nuevas estrategias en personas
Los seguros de personas se convierten en un nicho cada vez más atractivo para las compañías aseguradoras por una mezcla de razones, entre ellas su facilidad de contratación y la posibilidad de segmentarlo con ventas cruzadas.
Así, los productos dirigidos a personas se amplían más allá de los tradicionales seguros de vida, hipotecas o préstamos, hacia otras modalidades, como por ejemplo seguros para cubrir deterioros de electrodomésticos, mobiliario, seguros de viajes, para mascotas, entre otras variantes, observa Recinos.
El segmento de individuos se ve especialmente beneficiado con la contratación más asequible de los productos mediante plataformas tecnológicas, así como nuevos esquemas de suscripción masiva empaquetados y de bajos montos para necesidades específicas.
En el transcurso de los últimos años, el desempeño de líneas personales fue afectado por siniestros asociados a la pandemia del Covid, pero en 2023 mostró una recuperación que persiste al cierre del primer trimestre de 2024.
“Fitch estima que los diferentes mercados continúen creciendo en la suscripción de riesgos personales, sujetos a una competencia menor, comportamiento más favorable en siniestralidad y mejor resultado técnico”, dice Recinos.
En cuanto a los ramos de daños, los ajustes de precios ya efectuados podrían incidir incluso favorablemente sobre el desempeño de las líneas de negocios este año, siempre que las condiciones económicas persistan estables.
“Es de esperar que los incrementos en tasas de renovación para el año 2024 sean más moderados y comiencen a ceder, considerando los incrementos y cambios realizados ya el año anterior. Y para 2025, se esperaría una flexibilización mayor”, anticipa Recinos.
En términos generales, Fitch Ratings nota una mayor dedicación de las aseguradoras por dispersar los riesgos en sus carteras; y un proceso de afinación de las modelaciones catastróficas para determinar mejor las exposiciones de riesgos y optimizar la adquisición de coberturas.
Un sector más tecnológico
Deloitte observa que el uso de dispositivos móviles ya es un canal crucial para el servicio postventa y mejora en la oferta de servicios de las aseguradoras.
La analítica de datos se está convirtiendo en la piedra angular de la transformación de la industria, pues analizar grandes volúmenes de datos les permite comprender mejor a sus clientes, mejorar la gestión de riesgos y dar ofertas personalizadas en momentos estratégicos.
Entre los retos del sector destaca “el avance hacia una gestión de información y madurez analítica, es decir, tratar a los datos como un activo estratégico y no como un gasto”, apunta Deloitte. “Los riesgos, ética y temas regulatorios también deben ser considerados dentro de las estrategias de tecnologías emergentes”, reflexiona.
Aparejado a estos va también el desafío de contar con un capital humano abierto a adaptarse y a implementar estrategas centradas en mejorar la experiencia del cliente.
Deloitte ve áreas de oportunidad regulatoria relativas al mercado de seguros en temas como la Inteligencia Artificial, la ciberseguridad, el impacto del cambio climático, protección al consumidor, reservas y la solvencia.
Los productos enfocados en individuos vuelven a resultar atractivos para las aseguradoras, tras el cese de la pandemia del COVID.
Las compañías de seguros afrontan un panorama neutral, impulsadas por elementos positivos como el desempeño económico de la región, pero amarradas con una inflación acumulada que sigue presionando los costos de respuesta ante los siniestros.
En ese escenario, el sector implementa una serie de estrategias, entre ellas reenfocar los segmentos de personas y optimizar su gestión con el análisis de datos e implementaciones tecnológicas que faciliten la suscripción.
El segmento de personas ha recuperado el atractivo que había perdido con el Covid, pues la pandemia elevó la siniestralidad en estos ramos, plantea Eduardo Recinos Schonborn, director sénior y jefe del Grupo de Seguros para América Latina de Fitch Ratings.
“La tendencia generalizada del mercado de seguros que observamos en la región es hacia una suscripción mayor de líneas de seguros personales, orientándose en particular a la explotación de seguros de vida, salud y accidentes para individuos en nichos de mercado de baja competencia, y por lo tanto asociados a un comportamiento más noble en siniestralidad”, explica Recinos.
Deloitte pone el dedo sobre el renglón: “El modelo tradicional se ha vuelto obsoleto en la era digital y el consumidor actual demanda mejores servicios y productos”, apuntan Eduardo Esteva, líder de la Industria de Seguros y Líder de Servicios Actuariales de Assurance Deloitte Spanish Latin America; y Patxi Bernales, Socio de Assurance, Deloitte Spanish Latin America, en un informe para E&N.
“El sector asegurador en el 2023 se enfocó en mejorar las experiencias de los clientes en los portales digitales mientras se habilitan capacidades de autoservicio”, plantea Deloitte.
Líderes regionales en el ranking de seguros
Nuevamente el Instituto Nacional de Seguros (INS) de Costa Rica domina el panorama de seguros regional. La empresa estatal llegó a las US$1.323,2 millones en primas en 2023, un crecimiento del 21,2 % en las cifras dolarizadas, consolidándose en la primera posición del Ranking de Compañías de Seguros de Centroamérica E&N 2024.
Valga mencionar que este año las cifras en Costa Rica reciben la influencia de una considerable apreciación de su moneda local, el colón costarricense, con respecto al dólar. En las cifras en moneda local, el INS finalizó el año pasado con un crecimiento del 6 % en el primaje.
La institución cumple este año 100 años de fundada y se ha posicionado como la empresa financiera del Estado más grande del país, con US$2.200 millones de patrimonio. “Después de 15 años de apertura del mercado, el INS mantiene un 65 % de participación. En términos nominales, la empresa nunca ha dejado de crecer”, expresa el INS.
Siguiendo con los líderes regionales, en el segundo lugar del Ranking E&N se sitúa ASSA de Panamá –la mayor compañía de seguros privada en la región– con primas suscritas de US$443,3 millones, un aumento anual del 15%. El mayor representante de Guatemala aparece en el tercer lugar regional. Seguros El Roble, con primas de US$334,8 millones.
La cuarta y quinta posición regresan a Panamá: la Compañía Internacional de Seguros (US$297,1 millones) y MAPFRE Panamá ($274,3 millones).
La salvadoreña SISA ocupa la sexta posición (US$218,8 millones); seguros G&T, la séptima (US$193,6 millones); y Asesuisa, la octava (US$193,6 millones). Asesuisa protagonizó una de las operaciones más relevantes del mercado en 2023, pues pasó a manos de Grupo FICOHSA, de capital hondureño. El colombiano Grupo SURA le vendió sus acciones en la firma salvadoreña, por unos US$43 millones.
En el noveno puesto del ranking regional marcha ASSA en Costa Rica (US$160,8 millones), que superó por poco a Seguros Suramericana, con US$160,5 millones, en el décimo lugar.
El mercado por países
El ranking de compañías de Seguros E&N este año reúne las cifras de 91 participantes, de los cuales 21 reportaron más de US$100 millones en primas.
El efecto cambiario puso en la delantera al mercado asegurador costarricense. Con US$2.037,2 millones en primas, superando incluso al mercado panameño, que reportó US$1.864 millones este año. En 2022, ambas plazas aseguradoras estaban equiparadas.
Aunque Costa Rica subió en 20,9% anual en cifras dolarizadas, el ritmo medido en colones costarricenses se atenúa a un moderado 5,5 %; en tanto, Panamá incrementó su volumen de primas en 10,4 % para el período 2022-2023.
Las compañías de seguro en Guatemala acumularon US$1.483,6 millones en primaje, subiendo en 13,6 % con respecto a 2022; Honduras también subió a buen ritmo, del 12 %, para llegar a US$829,5 millones.
El Salvador fue el único país con caída de primas, por el orden del -2 % para las primas totales, dejando un tamaño del mercado de U$954 millones, tras una reforma en el sistema privado de pensiones que suprimió la contratación del seguro previsional obligatorio.
Con US$260,2 millones en primas, Nicaragua es el mercado asegurador más pequeño en la región, aunque avanzó a doble dígito, 10,2 %.
Panorama estable
El sector asegurador de América Latina viene de atravesar un 2023 de estabilidad, apoyado por un crecimiento económico del 2,6 % promedio para la región de América Latina y el Caribe, aunque desacelerando con respecto al 4,6% del 2022 beneficiado por el rebote tras la pandemia del Covid.
“El entorno de seguros se favoreció en 2023 de mejoras registradas en las calificaciones soberanas de algunos de los países, tales como Brasil, Costa Rica, Guatemala y El Salvador”, expresa Recinos, de Fitch Ratings.
La alta inflación ha influido en el crecimiento de los mercados de seguros entre 2022 y 2023, años en los que han sido necesarios ajustes de tarifas, sobre todo en rubros de automóviles y de salud, debido al incremento en el costo de medicinas y gastos médicos.
Los costos operativos subieron para las aseguradoras, impactadas por una inflación promedio del 2,6 % en 2023, tras atravesar un proceso inflacionario de 4,6 % en 2022.
Además, el sector afrontó incrementos en los costos de reaseguro y negociaciones más complicadas que en años anteriores con los reaseguradores internacionales. Tan solo en Estados Unidos los costos del reaseguro subieron en 30 %, apunta Deloitte.
A favor, el año 2023 fue un año sin desviaciones importantes en siniestros, por lo que la rentabilidad para las compañías de seguros se vería beneficiada tras ajustes tarifarios al alza, sobre todo en rubros de automóviles, incendios y gastos médicos, balancea Fitch.
“Para 2024 se estiman crecimientos menos acentuados, considerando a su vez los comportamientos económicos e inflacionarios más moderados”, perfila Recinos.
Una inflación más moderada para los próximos meses y la “disciplina de tarificación más estricta” lograrían compensar el efecto de la desaceleración económica.
Mejoría en siniestralidad
Deloitte coincide con una perspectiva neutral acerca del sector asegurador, esperando una alineación con el crecimiento económico e índices de siniestralidad menos acentuados.
“El panorama apunta a una moderada mejoría en los índices de siniestralidad sobre primas, tanto en Panamá como en la región de Centroamérica para 2024, aunque persisten disparidades entre países que enfrentan mayores desafíos por factores climáticos y económicos”, expresa la asesora.
En Centroamérica, las proyecciones apuntan a una siniestralidad promedio del 50 % al 52 % sobre primas en el ramo de seguros generales para 2024.
Los seguros de vida tendrán una siniestralidad más baja, entre 30 % y 32 % sobre primas, dice Deloitte, basándose en los datos de los organismos supervisores y de calificadoras de riesgo.
Los indicadores de siniestralidad más elevados estarían en Honduras y Nicaragua, pues se acercarían al 60 % en generales y 35 % en vida.
Por su parte, Costa Rica y Panamá liderarían con las tasas de siniestralidad más bajas en la región para 2024.
En Panamá, entran en vigor regulaciones como la implementación de las normas contables NIIF17, lo que trae consigo profundas revisiones de portafolios, así como de procesos técnicos, operativos y de gestión por parte de las aseguradoras.
“La rentabilidad continúa reforzada por estrategias de inversión históricamente conservadoras, principalmente en valores de renta fija”, valora Deloitte.
Nuevas estrategias en personas
Los seguros de personas se convierten en un nicho cada vez más atractivo para las compañías aseguradoras por una mezcla de razones, entre ellas su facilidad de contratación y la posibilidad de segmentarlo con ventas cruzadas.
Así, los productos dirigidos a personas se amplían más allá de los tradicionales seguros de vida, hipotecas o préstamos, hacia otras modalidades, como por ejemplo seguros para cubrir deterioros de electrodomésticos, mobiliario, seguros de viajes, para mascotas, entre otras variantes, observa Recinos.
El segmento de individuos se ve especialmente beneficiado con la contratación más asequible de los productos mediante plataformas tecnológicas, así como nuevos esquemas de suscripción masiva empaquetados y de bajos montos para necesidades específicas.
En el transcurso de los últimos años, el desempeño de líneas personales fue afectado por siniestros asociados a la pandemia del Covid, pero en 2023 mostró una recuperación que persiste al cierre del primer trimestre de 2024.
“Fitch estima que los diferentes mercados continúen creciendo en la suscripción de riesgos personales, sujetos a una competencia menor, comportamiento más favorable en siniestralidad y mejor resultado técnico”, dice Recinos.
En cuanto a los ramos de daños, los ajustes de precios ya efectuados podrían incidir incluso favorablemente sobre el desempeño de las líneas de negocios este año, siempre que las condiciones económicas persistan estables.
“Es de esperar que los incrementos en tasas de renovación para el año 2024 sean más moderados y comiencen a ceder, considerando los incrementos y cambios realizados ya el año anterior. Y para 2025, se esperaría una flexibilización mayor”, anticipa Recinos.
En términos generales, Fitch Ratings nota una mayor dedicación de las aseguradoras por dispersar los riesgos en sus carteras; y un proceso de afinación de las modelaciones catastróficas para determinar mejor las exposiciones de riesgos y optimizar la adquisición de coberturas.
Un sector más tecnológico
Deloitte observa que el uso de dispositivos móviles ya es un canal crucial para el servicio postventa y mejora en la oferta de servicios de las aseguradoras.
La analítica de datos se está convirtiendo en la piedra angular de la transformación de la industria, pues analizar grandes volúmenes de datos les permite comprender mejor a sus clientes, mejorar la gestión de riesgos y dar ofertas personalizadas en momentos estratégicos.
Entre los retos del sector destaca “el avance hacia una gestión de información y madurez analítica, es decir, tratar a los datos como un activo estratégico y no como un gasto”, apunta Deloitte. “Los riesgos, ética y temas regulatorios también deben ser considerados dentro de las estrategias de tecnologías emergentes”, reflexiona.
Aparejado a estos va también el desafío de contar con un capital humano abierto a adaptarse y a implementar estrategas centradas en mejorar la experiencia del cliente.
Deloitte ve áreas de oportunidad regulatoria relativas al mercado de seguros en temas como la Inteligencia Artificial, la ciberseguridad, el impacto del cambio climático, protección al consumidor, reservas y la solvencia.
Fuente: Reproducido Boletín Latino Insurance N° 5741 (21 junio de 2024) Enlace: https://www.revistaeyn.com/inteligencia-eyn/ranking-de-seguros-de-centroamerica-2024-OF19947018