Por Joaquín Rodríguez Freire
Tras un mal 2022, la industria del seguro intenta dejar atrás la crisis. Qué tendencias, obstáculos y oportunidades identifican sus principales protagonistas.
Esta nota de Ámbito Financiero incluye datos elaborados por la ACCS y una entrevista a Gustavo Trías, director ejecutivo de la entidad.
Al igual que las diversas ramas de la economía, la industria del seguro no permanece ajena a los vaivenes del escenario local. Si bien la pandemia y el consecuente estado de incertidumbre pusieron en el tapete la necesidad de contar con respaldo, también es cierto que problemas como la inflación, la escasez de dólares y la falta de liquidez dificultan el normal funcionamiento del mercado.
Según datos de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros (AACS), el año pasado fue el peor de las últimas dos décadas: las compañías cerraron sus balances a junio 2022 con $92,000 millones de pérdidas y el sector lleva cinco años sin crecer a valores constantes. Todo esto pese a que la siniestralidad creció fuertemente pospandemia, estableciéndose en frecuencias idénticas o superiores a las previas.
En 2023 las perspectivas tampoco son las mejores. La AACS remarca que, entre julio de 2022 y junio de este año, los indicadores no solo no se modificaron, sino que empezaron a producirse problemas importantes de liquidez con el correspondiente estiramiento de los plazos de pagos de las aseguradoras. En paralelo, la siniestralidad sigue creciendo en virtud de la imposibilidad de cubrir los desarrollos de los siniestros por causas de la inflación, la cual en algunos rubros en muy superior al IPC, como el de los automóviles.
Principales desafíos
Para Gustavo Trías, director ejecutivo de la AACS, lo que más inquieta es cómo evolucionarán la inflación y los bonos del Estado (el sector tiene un 40% de sus inversiones en Títulos Públicos). “En términos de valor y rendimiento serán determinantes para el futuro. La crisis económica impacta fuertemente en la capitalización y solvencia del mercado. Para el presente año, será muy importante evitar que los resultados sigan cayendo, tratar de retener la cartera brindando apoyo y soporte a los asegurados cuando lo requieran y alcanzar un buen nivel de aumento de precios que acompañe al menos el desarrollo de los siniestros”, explica.
Así, ante la imposibilidad de conseguir dólares para proveer al mercado de reparación de repuestos, los pocos que hay suben muy fuertemente. En 2022, el incremento de los repuestos en promedio superó el 130% contra un 95% del IPC. Un problema que surgió fue la dificultad para conseguir dólares para pagar los contratos de reaseguros. “Se desconoce la forma en la cual se realizan las aprobaciones de los pagos pendientes, lo que depende de la Secretaria de Comercio, organismo que no debería tener injerencia alguna en la actividad aseguradora”, dice Trías.
Como dato positivo, el entrevistado pondera el despegue en el rubro automotor, que fue el que más creció en primas emitidas los últimos 12 meses. Al cierre de enero, alcanzó un 84% de incremento, seguido de Riesgos del Trabajo, con un 77%. En ese mismo período la inflación en la Argentina fue del 99%.
Dar vuelta la página
Desde Libra Seguros comparten el diagnóstico. Inflación, resultados técnicos y financieros negativos, guerra tarifaria, incremento sustancial de la siniestralidad y el fraude, valores de la reposición por encima de la inflación y faltantes de repuestos son las principales dificultades que identifican. Si bien subrayan que será un año complejo, también destacan que hay varios aspectos que están en manos del mercado asegurador, como por ejemplo el cuidado de las tarifas, el combate frontal al fraude, la generación de nuevos productos nobles y de resultados técnicos positivos.
Juan Ignacio Perucchi, gerente general de Libra Seguros, comenta que la industria siempre ha dado respuestas: “Confío en nuestras capacidades y también creo que es una gran oportunidad para encarar las transformaciones que el sector necesita en términos de innovación, ampliación del mercado, cercanía y confiabilidad con sus públicos”. Además, asegura el proceso de digitalización que la pandemia aceleró.
“Nuestro negocio es de ‘personas’, y en muchas instancias de la relación se requiere de un trato más personal y con mediación humana. Muchos cambios han llegado para quedarse, pero debemos estar muy atentos a los requerimientos y necesidades de nuestros clientes. En este sentido, el Productor Asesor cumple un rol fundamental a partir de su relación directa con el asegurado”, completa.
El Grupo Sancor Seguros, en tanto, advierte por la “judicialidad”, por cuanto “impacta negativamente en todas las bondades que tiene este sistema para los trabajadores (sobre todo ligada a Riesgos de Trabajo)”. No obstante, considera que las compañías han podido proyectarse en un contexto sumamente complejo.
Este escenario golpea de lleno en el cliente, que vira hacia coberturas de menor precio. Por caso, en los seguros de automotor, donde la tendencia de contratación de servicios contra todo riesgo disminuye, mientras que crecen otras más económicas, como la de terceros completos. Más allá de los seguros obligatorios, como los de Automotores y de Riesgos del Trabajo, los más solicitados son los Seguros de Personas, los vinculados al sector agropecuario y la industria asociada al mismo.
Pero no todas son pálidas. Incluso en este contexto florecen oportunidades. Eduardo Estrada, director de Negocios y Marketing del Grupo Sancor Seguros, cuenta: “Hay que capitalizar las ventajas que ofrece la tecnología en materia de Big Data, para minimizar riesgos y mejorar la precisión de los cálculos; la automatización en la gestión de siniestros; la nube como modelo de servicios; la inteligencia artificial y el aprendizaje automatizado demuchos procesos de suscripción, evaluación de riesgos e identificación de fraudes; todo lo cual redundará en un mejor servicio al asegurado”.
“El equilibrio en un escenario como el actual es sumamente delicado. Existe una necesidad ineludible de actualizar en forma periódica las sumas aseguradas. A pesar de todos los esfuerzos, no resulta sencillo revertir la situación en un contexto de alta inflación, por lo que para el ejercicio en curso se esperan resultados técnicos y financieros negativos”, finaliza.
Escenario complejo
Sergio Caruso, director comercial de Life Seguros y Orígenes Seguros de Retiro, avizora un futuro aún más complejo: “Los ajustes por inflación se hacen siempre hacia atrás y venimos perdiendo contra la inflación. Lo mismo que ocurre al interior de cualquier familia afecta también a la industria, y no sólo a la del seguro. Si la inflación continúa con el ritmo actual, los ajustes tendrán que hacerse mensualmente y no de manera trimestral”.
Según comenta, los segmentos de mayor crecimiento son Automotor, Hogar y, bastante más lejos, Vida. A la vez, destaca la popularidad del seguro de Caución de Alquiler y anticipa un buen desempeño en seguros futuros vinculados a la ciberseguridad. Ante la crisis, remarca que “hay que ir adaptándose a un mercado que tiene menos disponibilidad para el pago y, en consecuencia, entonces hacer productos más económicos, pero siempre con valor agregado de cara al cliente”.
Por último, Caruso dice que, pospandemia, el consumidor exige medios digitales, rapidez de respuesta, simpleza en la contratación, claridad en lo que se le vende: “Esto es, en realidad, lo mismo que uno exige cuando cambia de rol y es cliente de cualquier otra compañía: omnicanalidad, poder comprar y operar por cualquier canal que quiera, lograr que la autogestión sea efectiva y eficiente”.
Un nuevo cliente
En la misma tónica, el CEO de Experta Seguros y ART, Horacio Santcovsky, detalla que los consumidores están cambiando sus experiencias de consumo y contratación, y que la industria se está adaptando a esta nueva realidad. Aunque es un período de dificultad de planificación a largo plazo, desliza que siempre hay oportunidades de mejora y progreso y que las detectan y van por ellas. A la vez, pide “seguir trabajando para reforzar la cultura aseguradora para que el mercado crezca y que más argentinos incorporen un seguro”.
Además, el ejecutivo considera la crisis impacta desde todo punto de vista y que “la planificación cambia teniendo cuenta este tipo de contexto, un ejemplo dentro de los tantos es en el caso del fraude, en los momentos de crisis aumenta en evolución de los insumos para los servicios, repuestos y todo lo que hace al siniestro desde el lado de la compañía de seguros”.
Santcovsky, por último, observa que el país está construyendo su conciencia aseguradora, incorporando seguros que no son obligatorios. “Año tras año, nuestro desafío es convertirnos en uno de los principales grupos aseguradores de nuestro país y de la región, potenciando la industria de seguros patrimoniales para poder ser líderes como aseguradora integral. Asimismo, para lograrlo debemos seguir contribuyendo para que los clientes tengan conciencia y cultura aseguradora”, cierra.
La necesidad de crecer
Enfocarse en los negocios tradicionales, cuidar la suscripción y mantener la cartera sana: para Juan Martín Devoto, gerente general de InSur, la receta es clara. “El desafío de este año es crecer en términos reales, por encima de la inflación, lo que cada día se hace más cuesta arriba por razones obvias. Hacia nuestros clientes, nuestro objetivo es estar cerca de ellos, acompañándolos para minimizar los riesgos en sus negocios en esta coyuntura compleja. El trabajo viene desde el control de los gastos, para maximizar cada nueva posibilidad de venta”, profundiza.
Devoto ve un posible aumento de la siniestralidad y eventuales demoras en relación a las cobranzas. En Seguro de Crédito, apuesta a los negocios relacionados con el agro y el consumo con atención a aquellos como la energía, cuyo desarrollo viene acompañado a las nuevas tecnologías, como el litio, las energías renovables y aquellos vinculados a Vaca Muerta. En el rubro Cauciones, advierte por el año electoral atípico: “Las expectativas de un impulso a la obra pública aún no se cumplieron pero vemos mayor desenvolvimiento en obras y suministros más pequeños, pero muy rentables. También, algo más de cauciones judiciales”.
Por otra parte, denuncia que la crisis impacta en la medida en que la incertidumbre electoral, el desequilibrio en la macro y la inestabilidad cambiaria “conspiran contra el clima de negocios y a favor de la desaceleración de la economía”. Con menor actividad, entonces, hay menor suscripción, aunque el riesgo continúa. “Nuestras acciones están dirigidas al monitoreo de nuestras exposiciones”, puntualiza.
Para Providencia Seguros, uno de los desafíos principales es destacarse y diferenciarse de sus competidores. Al respecto, enfatiza sobre dos aspectos: el talento humano de la compañía y el conocimiento sobre la demanda de los clientes en términos de productos y servicios de seguros. “No sólo ofrecemos un esquema competitivo desde la variable económica de los precios, sino en términos cualitativos estableciendo relaciones sólidas con los clientes que nos permiten identificar sus demandas e inquietudes, desarrollando de esta manera soluciones personalizadas”, resume Ignacio Vivas, vicepresidente de planeamiento estratégico del Grupo Indalo, propietario de Providencia Seguros.
Asimismo, Vivas puntualiza que la renovación de la identidad de marca y la consecuente campaña de comunicación ayudarán a reforzar esta imagen de la empresa y a comunicar sus valores diferenciales de manera efectiva. Por otro lado, cuenta que otro de los desafíos a mediano plazo es el de lanzar nuevos productos que respondan a todas las demandas del mercado, incluyendo, por ejemplo, seguros para embarcaciones y aeronaves: “Estamos actualizando los sistemas para dar mayor facilidad a nuestra red comercial en la emisión de combinado familiar y seguros de accidentes personales”.
Al igual que sus colegas, observa las nuevas oportunidades que se abren con la tecnología y la digitalización del sector. Las mismas van desde agilizar el proceso de asegurar hasta tener mayor capacidad de respuesta a la demanda del asegurado. “El sector es permeable a los vaivenes de la economía. En este sentido, el cliente va buscando diferentes alternativas para adaptarse al contexto económico. El desafío en estos escenarios está no solo en tener la capacidad de responder a esa nueva demanda sino también en poder seguir ofreciendo un servicio acorde a las necesidades de nuestros clientes”.
Fuente: Joaquín Rodríguez Freire. Ámbito Financiero (24 de mayo de 2023)